VENDEDORES DE HUMO
Una batalla desigual
La pandemia de COVID-19 no es la única que hay que erradicar, hay otras que son más mortales, como la pobreza y la guerra. La humanidad ha aprendido a evitar y tratar diversas enfermedades, como el Sida, el colera, la malaria, la tuberculosis y otras tantas; incluso, hubo algunas que logro erradicar con éxito. Pero lo que aún no ha podido evitar es una de las mayores y más letales de las adicciones: el tabaquismo. Una verdadera epidemia que es alentada por la legal y poderosa industria del tabaco.
Durante el primer año de pandemia hubo más víctimas por enfermedades vinculadas al uso del tabaco que al coronavirus que despertó en China en 2019. Las previsiones que realizó la Organización Mundial de la Salud (OMS) no son nada alentadoras para los fumadores. El cáncer es una de las principales causas de muerte.
Hay un importante arsenal de estudios científicos que señalan la influencia del tabaco en los diferentes tipos de males cancerígenos. Los países han emprendido las más diversas políticas de salud para aminorar la cantidad de fumadores y han gastado millones de dólares en perseguir los delitos vinculados a los negocios ilegales que se montan detrás de la industria. Incluso las Naciones Unidas y la OMS han redactado varios documentos al respecto.
Las campañas antitabaco han comenzado a dar resultado. Sin embargo, a pesar de algunos avances, los progresos en el cumplimiento de la meta mundial fijada por los gobiernos de reducir la utilización de tabaco en un 30% para 2025 “siguen sin estar bien encaminados”. El dato surge de un estudio de la OMS sobre las tendencias mundiales del consumo de cigarrillos, pipas, cigarros, pipas de agua, productos de tabaco sin humo y productos de tabaco calentados, que deja de lado los cigarrillos electrónicos.
Según el informe de la OMS sobre las tendencias de la prevalencia del uso de tabaco en el período 2000-2025, durante las dos últimas décadas el número total de consumidores a nivel mundial disminuyó de 1.397.000 millones en 2000 a 1.337.000 millones en 2018, lo cual implicó una reducción de 60 millones de personas. Atribuyó esta baja, en gran medida, a la disminución del número de mujeres que consumen estos productos: 346 millones en 2000, frente a 244 millones en 2018. Durante el mismo período, la cantidad de hombres que fuman aumentó en unos 40 millones, y pasó de 1.050.000 millones en 2000 a 1.093.000millones en 2018, lo cual constituye el 82% de los1.337.000millones de consumidores del mundo.
La investigación subrayó que aproximadamente 43 millones de niños de 13 a 15 años consumían tabaco en 2018(14 millones de niñas y 29 millones de niños). De acuerdo con el informe, alrededor del 60% de los países experimentaron una disminución de la utilización de tabaco a partir de 2010.
En mayo de 2021, al presentar su informe anual de Estadísticas Sanitarias Mundiales, la OMS estimó que el total de muertes por la pandemia en 2020 fue de al menos 3 millones de personas,1,2 millones más que la cifra de 1,8 millones comunicada oficialmente. “Es probable que nos encontremos ante un importante subregistro del total de muertes atribuidas directa e indirectamente a la COVID-19, argumentó la agencia de la ONU.
Hasta el 20 de mayo de 2021, las estadísticas de la OMS mostraban que alrededor de 3,4 millones de personas habían muerto en todo el mundo como consecuencia de la pandemia de Covid-19, aunque la cifra real podría ser mucho mayor.
Para el mismo organismo internacional, más de 6 mil millones de personas mueren por ano a causa del consumo de tabaco. Más de 5 millones de esas muertes se deben al uso directo, mientras que alrededor de 1,2 millones se deben a la exposición de no fumadores al humo ajeno. Se estima que antes de 2030 el número de víctimas ascenderá a 8 millones y el 80% ocurrirá en países en vías de desarrollo.
La OMS encontró un vínculo directo entre los 40 millones de adolescentes entre 13 y 15 años que tienen el temprano hábito de fumar y la colosal inversión que hace la industria para atraer a un público cada vez más joven. El sector tabacalero gasta cada año 9.000 millones de dólares para publicitar el tabaco “en una apuesta por reemplazar a los 8 millones de personas que sus productos matan cada ano”, afirmó el director de Promoción de la Salud de la OMS, Ruediger Krech, en conferencia de prensa, en mayo de 2020, en ocasión de celebrarse el Día Mundial Sin Tabaco. Según el organismo, las principales marcas son responsables de que 9 de cada 10 fumadores hayan empezado a serlo antes de los 18 años.
En medio de la crisis global por la pandemia de coronavirus, las empresas que manufacturan productos a base de tabaco continuaron haciendo todos los esfuerzos posibles para promover su consumo, incluso cuando se sabe que esto afecta la capacidad del organismo para luchar contra la COVID-19 y recuperarse. “Fumar sofoca los pulmones y otros órganos, les impide conseguir el oxígeno que necesitan”, recordó la OMS.
Krech denunció que las firmas tabacaleras han regalado mascarillas y han ofrecido la entrega de cigarrillos y otros productos a domicilio en lugares donde se habían impuesto medidas de confinamiento, además de haber intentado influir entre los responsables políticos para que sus productos fuesen considerados esenciales. ∞